Mamás y papás del mundo, sabemos lo difícil que resulta a veces que un bebé se duerma. Seguramente, el cansancio acumulado hará que os durmáis vosotros antes que él. ¿Cómo algo tan pequeño puede tener tanta energía? ¡Que no cunda el pánico! ¿Qué tal unos tips para ayudar a dormir a tu bebé?
Un recién nacido puede llegar a dormir, de media, unas 16 horas al día. Sin embargo, no suelen hacerlo más de 3 o 4 horas seguidas. Por este motivo, durante el primer año de vida del bebé, los padres pierden entre 400 y 700 horas de sueño.
En este post, os contaremos algunos sencillos truquitos que llevarán a la relajación absoluta del pequeño y a la conciliación del sueño. Se quedará plácidamente dormido en cuestión de minutos. ¡Qué angelitos se ven cuando duermen!
Cómo ayudar a dormir a tu bebé
Los bebés también necesitan seguir una cierta rutina que asocien al sueño, así como dormir en un espacio tranquilo y agradable. Por eso, es importante tener en cuenta los siguientes detalles:
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No es recomendable darle el pecho o el biberón justo antes de que el niño se duerma, ya que los posteriores gases harán que se sienta incómodo y que le cueste más dormir.
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Es recomendable ventilar el lugar, al menos, media hora antes de dormir. El cambio de aire permite evitar los ambientes cargados, proporcionar oxígeno, disipar los malos olores y, en definitiva, hacer que el bebé se sienta más cómodo.
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Darle un buen baño con agua tibia justo antes de dormir también es una opción acertada.
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Debéis vestirle con ropa cómoda, pijamas o bodys de algodón que se adapten al cuerpo para darle calor pero, a la vez, permitan la flexibilidad característica de los bebés.
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La iluminación de la habitación ha de ser baja para lograr el descanso óptimo del niño. Los estudios confirman que dormir en un lugar con luz puede acarrear efectos negativos en la salud de cualquier persona.
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La temperatura de la habitación ha de estar comprendida entre los 22º y los 24º.
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La acción de mecer en los brazos es uno de los métodos más conocidos y efectivos. Se asemeja al movimiento al que estaba sometido el bebé cuando conciliaba el sueño durante el periodo de gestación. Reproducir la misma sensación intrauterina en el mundo exterior puede funcionar igual de bien.
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Podéis acompañar el proceso de dormir cantándole suavemente una nana.
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La acción de succionar relaja mucho a los bebés. Por ello, muchas veces se quedan “fritos” sin aún haber terminado de mamar. Utilizar un chupete, al menos, durante el proceso de quedarse dormido, es una buena alternativa para hacerle encontrar el sueño.
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Si procuráis despertar y acostar al recién nacido siempre a las mismas horas, su cuerpo irá acostumbrándose.
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No es recomendable que el bebé duerma con sus padres, puesto que, una vez que se convierta en hábito, es complicado devolverlo a la cuna. Deberemos devolverlo a la cuna cuando se esté quedando dormido.
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También, de todos es conocido que los niños duerman con su peluche favorito. Les gusta dormir acompañados. Podéis dejar un acompañante blandito en la cuna de vuestro hijo.
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Hoy en día, en plena era tecnológica, existen varias aplicaciones para dispositivos móviles pensadas para ayudar a dormir a los bebés. Algunos ejemplos de ellas son Duerme Bebé: Ruido Blanco (reproduce los conocidos como “sonidos de ruido blanco”, que son sonidos monótonos y relajantes, como el del secador de pelo) o My Baby Firework (emite luces suaves y en movimiento, a modo de fuegos artificiales, que llevarán a la concentración del bebé en ellas y, finalmente, al sueño profundo).
Relación entre el tipo de lactancia y el sueño
Aunque no lo creamos, el tipo de alimentación tiene mucho que ver en el sueño del recién nacido. Ya hablamos de ello en nuestro anterior post sobre la lactancia materna.
A diferencia de la lactancia artificial, que implica que el bebé duerme más horas seguidas, puesto que el espacio entre toma y toma es mayor, la lactancia materna provoca que se despierte más a menudo para su toma. Esto no significa que el niño descanse menos, al contrario. La leche materna contiene altos niveles de nucleótidos, triptófanos y de melatonina, que son hormonas que favorecen y regulan los ciclos de sueño, lo que hace que el pequeño duerma mejor. Además, durante la toma, se produce en él una sensación de tranquilidad y relajación que lo deja adormilado.
Cada bebé es un mundo. Mejor dicho: nuestros bebés son nuestro mundo. No hay una teoría universal sobre cómo ayudar a dormir a estos pequeñines, pero seguro que estos sencillos tips para ayudar a dormir a tu bebé favorecerán su descanso. Poco a poco, iréis conociendo más a vuestro bebé e iréis viendo qué tipo de rutina es mejor para él.