Cuando comienzas a amamantar a tu recién nacido, puedes tener un poco de ansiedad por saber exactamente cuánta leche está obteniendo y cuánta leche necesita tu bebé.
No te preocupes, hay muchas señales que puedes observar para tranquilizarte.
Tu primera leche, el calostro, se produce en cantidades muy pequeñas: un promedio de 37 ml totales durante las primeras 24 horas, que aumenta gradualmente a medida que el bebé succiona más. Como los estómagos de los bebés recién nacidos tienen el tamaño de una cereza, una toma promedio durante el primer día de vida del bebé es de solo de 5 a 7 ml (¡poco más que una cucharadita!). Cuando tu leche llega a término, su estómago ha crecido para adaptarse a cantidades mayores (aproximadamente 500 ml cada 24 horas, aumentando aproximadamente 750 ml cada 24 horas a los 3 meses). Hacia el tercer día, el estómago de tu bebé habrá crecido hasta alcanzar el tamaño de una nuez, con una capacidad de entre 22 a 27 ml y, para la primera semana, podrá ingerir de 45 a 60 ml por toma.
Es normal que, durante los días calurosos, las tomas de tu bebé aumenten, tanto en la cantidad de leche que consume como en la frecuencia de las tomas que realiza en un día. Si estás amamantando, recuerda mantenerte hidratada bebiendo mucha agua.
Mira este corto vídeo que muestra el tamaño de la barriga de tu pequeño durante el primer mes.
A medida que desarrolles el vínculo con tu bebé, comenzarás a identificar y comprender los diferentes sonidos y gestos que hace. Cuando tu bebé tiene hambre, puede indicarlo colocándose las manos en su boca, haciendo sonidos de succión, sacando la lengua y lamiendo, moviendo la cabeza en busca del pecho (también conocido como búsqueda) y manifestando cierto malestar. El llanto es un signo tardío de hambre.
Si bien es difícil cuantificar cuánta leche recibe el bebé del pecho, el aumento de peso continuo (después de las primeras semanas) y el estado de alerta son indicativos de que está obteniendo suficiente. Los pañales son otra buena manera de determinar que tu bebé está siendo alimentado adecuadamente. Los pañales mojados indican una buena hidratación, mientras que las deposiciones indican suficientes calorías. Alrededor del cuarto día, las mamás y los papás deberán cambiar al menos tres pañales con pequeñas deposiciones (del tamaño de una moneda de 2€) y unos seis pañales mojados cada día. Las deposiciones de tu bebé irán cambiando. Durante los primeros días serán de color negro, para tornarse amarillentas y después amarillas. Estas deposiciones entre amarillo y mostaza son generalmente sueltas y sin forma, como la compota de manzana. Si tienes alguna pregunta o inquietud, comunícate con un profesional de la salud.
Señales de que tu bebé se está alimentando bien:
- Su barbilla está tocando tu pecho, y tiene la boca llena con una gran parte del pecho.
- No te está haciendo daño (más allá de una cierta molestia durante la succión inicial).
- Si la areola es visible, se puede ver más cantidad sobre el labio superior del bebé que debajo de su labio inferior.
- Sus mejillas se mantienen redondas mientras succionan.
- El bebé se suelta del pecho por sí mismo cuando termina.