Ya sea tu primer o tercer hijo, tener un nuevo bebé puede resultar abrumador y, muchas veces, la relación con tu pareja termina en un segundo plano.
A pesar de estar tan concentrada en tu nuevo bebé, debes entender que tu pareja se puede sentir aislada de vuestra díada porque no puede amamantar y es posible que perciba que no puede estar cerca tuyo ni del bebé como lo estáis vosotros dos.
Aquí tienes algunos consejos para ayudaros a ti y a tu pareja a manteneros unidos.
Es probable que tu pareja no pueda amamantar, pero puede hacer otras cosas para involucrarse en el cuidado de la familia. Ayúdale a identificar algunas responsabilidades que pueden convertirse en sus tareas exclusivas, al igual que la lactancia materna es la tuya, como bañar al bebé, cambiarle los pañales o acostarlo.
Haz que tu pareja se sienta querida y necesaria en la rutina de alimentación. Pídele que te ayude a limpiar las piezas del sacaleches, o los biberones y tetinas, o que se responsabilice de la bolsa del bebé para tener siempre todo lo necesario cuando salgáis.
Deja que tu pareja te ayude cuando estés preocupada o tengas dudas. Es posible que no tenga la respuesta, pero puede escucharte y ofrecerte su apoyo. Recuerda dejarlo entrar en un entorno tan íntimo como tú y tu bebé. Es importante que se sienta valorado y que le asegures que estáis juntos en esto.
Cuando el bebé esté durmiendo la siesta, habla con tu pareja sobre cosas que no tengan que ver con el bebé o los niños.
Trata de conectarte a través de un programa de televisión o equipo deportivo. Encuentra algo que los dos podáis hacer juntos, incluso si solo es una vez por semana.
Cuando el bebé sea mayor, tómate un tiempo para salir a caminar o tomar un café, o ver una película.