En aquellos momentos en que un miembro de la familia, un amigo o una cuidadora deba encargarse de tu bebé, querrás garantizar que ambos disfruten de la experiencia. Puede que las formas en que alimentar a un bebé hayan cambiado, pero cuando se trata de darle leche materna extraída tendrás que asegurarte de que el cuidador entiende cómo alimentar al bebé para que ambos se sientan cómodos.
La relación entre tú y tu bebé os permite responder de manera recíproca. El bebé transmite que está listo para comer y tus pechos te alertan de que están listos para alimentar al bebé. Un cuidador no tiene esta relación con el bebé, por lo que deberías ayudarle a comprender cuándo el bebé necesita alimentarse y cómo hacer que cada toma sea lo más parecida posible a la lactancia.
Es probable que la persona que cuida al bebé necesite ayuda sobre cómo alimentar al bebé, por lo que sería adecuado explicarle cuáles son las señales de hambre que manifiesta el bebé, y cuáles usa primero o con mayor frecuencia. Pero asegúrate también de que conozca el resto de señales, ¡no vaya a ser que tu bebé le sorprenda!
Asegúrate también de que el cuidador sabe cómo manejar tu leche materna, incluyendo cómo descongelarla, y que la leche materna descongelada no se pueda volver a congelar. Enséñale a utilizar cantidades de leche pequeñas para no desperdiciar la leche materna que no quiera el bebé. Las bolsas de almacenamiento de leche materna de Lansinoh se descongelan rápidamente en un recipiente de vidrio con agua tibia, para luego pasarla a un biberón. El microondas elimina muchas propiedades de la leche materna y puede generar puntos calientes. Una vez en el biberón, la leche materna debe removerse suavemente para mezclar la capa acuosa con la cremosa. Agitar vigorosamente la leche, la dañará.
Aquí tienes algunos otros consejos que pueden ayudar al cuidador:
- El bebé no necesita líquidos adicionales, como agua o zumos.
- Agregar sólidos a la leche puede causar asfixia y no ayudará al bebé a dormir más tiempo
- Pide al cuidador que use la parte interna de su muñeca para asegurarse de que la leche esté templada o a temperatura ambiente antes de dársela al bebé
- La leche materna descongelada nunca debe volver a congelarse. Lo ideal es descongelar pequeñas cantidades para no desperdiciarla. Las bolsas de almacenamiento de leche materna de Lansinoh se descongelan rápidamente
- Si el bebé no termina un biberón y sobra leche, el cuidador debe saber que la leche sobrante debe usarse antes de que se cumpla una hora desde el comienzo del biberón. La leche sobrante debe desecharse una vez que haya pasado una hora.
La “alimentación pausada” es una técnica que permite al bebé tomar la cantidad que quiera y establecer su propio ritmo cuando se alimenta con biberón. El cuidador invita al bebé a agarrar el pezón moviendo suavemente la tetina sobre sus labios. A medida que el bebé abre la boca y saca la lengua, el cuidador sitúa la tetina más adentro, pero dejando que sea el bebé quien la introduzca completamente en su boca. La persona que lo cuida controla la alimentación para asegurarse de que el bebé no se vea obligado a comer más de lo que quiere y, en este sentido, reconoce las señales del bebé cuando ya ha tenido suficiente. Esta técnica permite reducir el riesgo de sobrealimentación y los síntomas asociados con cólicos, como dolor estomacal, gases y otras molestias.
También puedes hablar con el cuidador de la importancia del contacto piel con piel para calmar al bebé. El hecho de estar piel con piel, hará que el bebé se sienta más seguro cuando esté separado de ti. Además, mantener el bebé en posición vertical favorece su alimentación.
Si el cuidador no se siente cómodo poniendo piel con piel al bebé, pídele que lleve la menor cantidad de ropa entre ambos y que acurruque al bebé con cuidado.
Llevar al bebé de esta manera permitirá que cuidador y bebé se miren a los ojos, y que este responda al cuidador cuando hable suavemente.
El bebé sabrá cuándo ha comido lo suficiente y en ningún caso deberá forzarse a acabar el biberón. Toda la leche sobrante deberá desecharse. Deja que el cuidador pruebe a alimentar al bebé sabiendo que estás cerca. De esta manera, ambos estaréis más relajados y el bebé no sentirá ninguna tensión ni se enfadará.
Has tomado la decisión de tener un tiempo “para ti” y has hecho todo lo posible para ayudar al bebé y a su cuidador a establecer una relación sobre su alimentación satisfactoria para ambos. Aún así estarás preocupada, especialmente la primera vez que los dejes juntos (¡y probablemente en otras ocasiones!). Pero confiamos en que te sientas tranquila a tu regreso, cuando descubras que el bebé y su cuidador han estado muy bien gracias a las sugerencias y consejos que diste.