Tu bebé se mueve más y, a medida que crece su comprensión del entorno, intenta encontrar su lugar. Con tanto que explorar, es posible que las rutinas no estén precisamente en su cabeza.
Puede que resulte más difícil mantener a tu bebé interesado en la tranquila rutina de la hora de acostarse que has estado usando hasta ahora y que ambos os sintáis frustrados sobre qué hacer y cómo continuar con las ganas de irse a la cama en silencio.
A los 6 meses, los bebés comienzan a interesarse por tu comida y todo empieza a volverse más desordenado. Es preferible no tener comida al iniciar vuestra rutina de baño y cama.
A esta edad, tu bebé disfrutará rodando sobre sí mismo y muy pronto gateará. Mantener al bebé seguro a la hora del cambio de pañal supone situar una mano sobre su cuerpo todo el rato para evitar que se caiga. También puedes pensar en poner el cambiador de pañales en el suelo para así disponer de ambas manos libres para cambiar el pañal y con la seguridad de que el bebé no se podrá caer.
Tu bebé también comenzará a darse cuenta de que los objetos se mueven y aprenderá rápidamente a pasarlos de una mano a otra. Dejar caer cosas puede convertirse en su juego favorito a esa edad. Ten cuidado al agacharte para recoger los artículos que se hayan caído, ya que recogerlos de manera incorrecta puede causarte un problema de espalda. Sentarte en el suelo con el bebé y jugar con él te puede ayudar a evitar lesiones en la espalda.
Con estas nuevas habilidades, necesitarás vigilar a tu bebé para que no se caiga de frente en la bañera y, si ya se sienta sin ayuda, que puede intentar tumbarse. Coloca una tela o una toalla pequeña en la parte inferior de la bañera para que tu bebé tenga algo antideslizante debajo. El nivel del agua de la bañera debe ser bastante bajo y nunca debes dejar a tu bebé sin vigilancia.
Tu bebé disfrutará sujetando un juguete acuático o una esponja. Una esponja que pasa de una mano a otra es una buena forma de empezar a enseñar a lavarse las manos. Los bebés de esta edad también disfrutan de los juegos por turnos y, de nuevo, puedes limpiarle un poco y luego pasar el turno para que se lave él mismo.
Tu bebé pronto se dará cuenta de que puede divertirse y jugar en el baño, lo que dificultará mantener una rutina tranquila que ayude al bebé a calmarse para dormir, si bien un baño tibio y relajante realmente puede favorecer que el bebé se adormezca. ¡Asegúrate de que no dure demasiado ni de que se convierta en una batalla de burbujas!
Utiliza algún champú o gel de baño con aromas suaves y delicados que ayuden a tu bebé a relajarse aún más y, a continuación, dale un masaje con aceite de karité. El masaje podría convertirse en tu nuevo momento de tranquilidad.
Dale a tu bebé tiempo para adaptarse a este cambio de rutina e intenta introducir cambios gradualmente. Demasiados cambios a la vez pueden confundir a tu bebé, tornarlo más inquieto y dificultar la vuelta a la rutina.