Es una pregunta que tenéis muchas mamás. Cuando cumple los dos meses o empieza con el proceso de crecimiento de los dientes, comienza el babeo del bebé… o, mejor dicho, el pequeño se convierte en una máquina de hacer babas. Por más que le secas la barbilla, en cuanto te das la vuelta, ya la tiene mojada de nuevo. Babero tras babero, pañuelo tras pañuelo. ¿Es esto normal? ¿Puede ser un síntoma de algo más grave?
En este post, aclararemos tus dudas sobre este tema: qué le causa tantas babas a tu bebé, los posibles “remedios” o formas de ayudar a combatir sus efectos y, seguramente lo que más te interese saber, ¿llegará un momento en el que deje de babear?
Causas del babeo del bebé
Que tu pequeño babee mucho es un hecho muy normal. ¡No te preocupes! Una de las causas que lo provoca es que el bebé aún no domina la acción de tragar. Cuando se acumula demasiada saliva en su boca, ésta termina cayendo hacia abajo y empapando todo lo que pille.
Otro de los motivos que todos conocemos es cuando le salen los dientes. Antes de que empiecen a asomar por fuera de las encías, los bebés ya notan que algo raro está pasando en su boca. Empiezan a sentir un dolorcillo y, para intentar calmarlo, mueven mucho su lengua de un lado a otro, sobre las encías, meten sus manos en la boca o utilizan mordedores. Esto provoca un exceso de salivación que parece que no tiene fin.
Además, la alimentación también influye en la segregación de saliva. Cuando el bebé cumple los 6 meses, la OMS recomienda que se comience a introducir nuevos alimentos en su dieta. Estos nuevos sabores hacen que se activen sus glándulas, causando que produzca mucha más saliva.
Consecuencias del babeo
Lo peor de que tu bebé babee tanto es que está todo el día con el pecho empapado, lo que puede causar otros efectos como irritación en la barbilla, el cuello, el pecho y hasta en el culete (esto último se debe a que, con el proceso de la dentición, la saliva se vuelve más ácida, lo que puede llegar a modificar el PH de la orina, provocando escoceduras).
Incluso, si tu pequeño se pasa mucho tiempo con la zona humedecida, pueden aparecer hongos. Además, se puede resfriar por el hecho de coger frío o tener muchos gases debido a que traga demasiado aire.
Remedios para el babeo
Queridas mamás y papás, sentimos deciros que no existe un remedio para las babas de tu bebé. Lo único que podéis hacer es tratar de mantener su barbilla seca en la medida de lo posible, para que no termine empapando toda su ropa. Lo ideal es secarle con un material de algodón, puesto que su piel es muy sensible y propensa a la irritación, eczemas o alergias. Puedes ayudarte también de una crema de lanolina que calme estos problemillas de la piel.
Sí que hay una manera de intentar que las babas tarden más en mojar su pecho. Existe la llamada “bandana babero”, una especie de pañuelo que va anudado al cuello o cuyos extremos están cosidos, que cumple la función de “quitababas”. Debes fijarte en que la bandana sea de algodón orgánico, para evitar esas rojeces y escoceduras, y que tenga una membrana impermeable o, al menos, bastante gruesa, que evite que el líquido traspase y que tu bebé se enfríe.
Si eliges, además, un diseño bonito, que vaya a juego con vosotros, ¡será el complemento perfecto para tu bebé y se verá monísimo con él!
¿Dejará de babear mi bebé?
Como te imaginarás, cada bebé es un mundo. A veces ocurre que, tras cumplir el año, notes que el babeo del bebé disminuye notablemente, puesto que ya va controlando la acción de tragar. Otro punto clave pueden ser los 18 meses, que es cuando acaba el periodo de la dentición, pero no en todos los pequeños ocurre igual. Algunos niños dejan de babear a los dos años.
¿Cuándo deja de ser ‘normal’ el babeo del bebé?
Si notas que la salivación es desmedida, debes consultárselo a tu profesional de salud. Tu bebé puede padecer de sialosis (el efecto directo de esta enfermedad es el exceso de saliva). Además, si se alarga demasiado en el tiempo, puede significar que hay algún problema en su sistema nervioso. Debes consultarlo con el médico cuando ocurran los siguientes casos:
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Si no se sabe la causa del alargamiento del babeo.
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Si el bebé tiene fiebre o dificultad para respirar.
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Si te preocupa que se pueda ahogar o que tenga náuseas.
En conclusión, el babeo es una etapa normal y, a veces, demasiado larga, pero termina pasando. Solo debes procurar mantener al bebé seco en la medida de lo posible y tener paciencia, mucha paciencia. 🙂