Primer abrazo con tu bebé - Piel con Piel

Primer abrazo con tu bebé - Piel con Piel

Estás deseando ver a tu bebé y sostenerlo en brazos. El primer contacto entre tú y tu bebé es muy importante y debe durar tanto como desees, al menos hasta después de la primera toma del bebé. Después de un largo viaje, este primer abrazo os ayudará a sentiros tranquilos y relajados, y facilitará al bebé la transición a su nuevo mundo.
El contacto piel con piel entre mamá y su bebé se recomienda por muchas razones y todas buenas. Veamos cuáles son.

Los bebés están más calientes porque tu temperatura regula su temperatura; tu ritmo cardíaco y tu respiración regulan su ritmo cardíaco y su respiración. Todo esto ayudará al bebé a mantener un nivel de azúcar en sangre estable. Tu bebé llorará al nacer, algo que se conoce como “llanto del nacimiento” y que ayuda a los bebés a limpiar sus pulmones de líquido amniótico e iniciar la respiración.

Cuando tú y tu bebé entréis en contacto, os sentiréis mucho más unidos. Además ese contacto ayudará a su piel a colonizarse con bacterias saludables, que cubrirán su piel para darle una capa adicional de protección contra infecciones. Hay muchas razones para no lavar al bebé al menos durante las primeras 24 horas después del nacimiento, e incluso durante los primeros días. La capa blanca de su piel, llamada “vérnix”, es la crema hidratante de tu bebé y se absorbe lentamente.

Las caricias y el contacto también ayudarán a liberar oxitocina y prolactina, hormonas que favorecen la maternidad y la lactancia, y que también estimularán el sistema digestivo del bebé.

Con bebés prematuros, el contacto piel con piel puede ayudar mucho a su estabilización, a mantener su temperatura, a combatir las infecciones, y a crecer y desarrollarse mejor. Todo esto facilitará que tu bebé sea dado de alta del hospital antes y en mejores condiciones. Los bebés prematuros que se alimentan con leche materna extraída tienen más probabilidades de abandonar el hospital antes. Tu médico o matrona podrá aconsejarte cuándo es el mejor momento para estar piel con piel con tu bebé prematuro.

¿Cómo se lleva a cabo el contacto piel con piel?

En cuanto nazca el bebé, lo secarán y lo colocarán sobre tu pecho. Habla con tu médico y matrona para retrasar el corte del cordón umbilical, ya que esta práctica ofrece muchos beneficios para el bebé.

Al nacer, los bebés tienen un instinto natural para alimentarse. Pero es cuando mantienen un contacto ininterrumpido piel con piel, cuando iniciarán su primera toma siguiendo estos pasos:

  • El bebé continuará llorando al iniciar el contacto piel con piel debido al parto.
  • Comenzará a relajarse y se quedará dormido, lo que le ayudará a recuperarse del parto.
  • Se despertará y podrá empezar a mostrar signos tempranos de alimentación.
  • Al principio, comenzará a moverse suavemente. Algunos bebés pueden moverse bruscamente hacia tu pecho, pero no te asustes y déjalo moverse, ya que es un comportamiento normal.
  • El bebé comenzará a reptar hacia tu pecho. Mantén tus manos libres sobre o cerca del bebé, pero sin controlar sus movimientos. A veces resulta difícil porque instintivamente querrás ayudarlo, pero déjalo por sí mismo. ¡No tengas prisa!
  • El hecho de alcanzar tu pecho supone un gran esfuerzo, especialmente después de haber nacido, por lo que es muy habitual que se quede dormido. No pienses que no quiere mamar, solo espera a que se despierte nuevamente.
  • Puede que muestre signos de alimentación temprana, lamiendo sus labios y tu pezón, moviendo la cabeza, acariciándote y oliéndote. Después de un tiempo, él mismo se agarrará y alimentará.
  • Es posible que pare y comience de nuevo. No hay prisa, es su primera toma; terminará cuando esté listo y se irá a dormir.

Idealmente este proceso debería respetarse y no interrumpirse por las revisiones rutinarias del bebé después del parto. Pesar al bebé puede esperar hasta que haya mamado, ya que el hecho de haber obtenido su primer alimento le ayudará a recordar qué hacer en la próxima toma.

En algunas ocasiones, tú y tu bebé no podréis comenzar piel con piel inmediatamente al nacer, entre otras razones porque el bebé nace antes de tiempo o ha habido un problema en el parto que requiere la intervención del personal neonatal; o puede que los medicamentos que hayas recibido durante el parto hagan que el bebé sea menos sensible a la alimentación, que estés más cansada o que necesites más analgesia para reparar cualquier daño perineal. En estas circunstancias, tu profesional de la salud te aconsejará qué es lo mejor que puedes hacer. El contacto piel con piel puede ser el mejor consejo para ti y tu bebé.

Hay muchas cosas que asimilar y tener en cuenta. Intenta acudir a un grupo local de lactancia materna, ya que podrán ayudarte con cualquier duda que tengas sobre el contacto piel con piel o la primera toma del bebé. Recuerda que siempre harán lo mejor para ti y tu bebé.

¡Feliz primer abrazo!