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Conservación de la Leche Materna: Cómo almacenar, congelar y descongelar leche materna extraída

Se ha demostrado científicamente que la leche materna es el mejor alimento para tu bebé. Sin embargo, te puede parecer complicado compaginar el periodo de lactancia con tu rutina diaria. Si has optado por darle el pecho a tu hijo, ¿tienes que dejar de hacerlo por volver al trabajo, por ir al gimnasio o por salir a cenar con tus amigas? ¡Desde luego que no!

Conservación de leche materna y todas las dudas que suscita

Hoy en día, gracias a las diferentes opciones y tipos de sacaleches que existen, la conservación de la leche materna permite que tu bebé pueda seguir disfrutando de los beneficios de la lactancia materna. Puedes almacenar e, incluso, congelar tu leche para que un tercero se la suministre, siguiendo su rutina normal de tomas.

Ahora empiezan las dudas: ¿Cómo debo guardar mi leche materna? ¿En qué envase? ¿Durante cuánto tiempo puede estar almacenada? ¿A qué temperatura? Aquí, en el blog de Lansinoh, resolvemos todas tus dudas sobre cómo almacenar, congelar y descongelar leche materna de una forma segura para que no pierda su calidad.

 

Cómo conservar leche materna extraída

Estas son las principales recomendaciones que debes tener en cuenta a la hora de conservar la leche materna extraída para que el proceso sea seguro.

  • Lávate las manos con agua y jabón antes de manipular la leche.
  • Utiliza bolsas de almacenamiento, botellas o biberones previamente lavados y fabricados con materiales que no contengan BPA (bisfenol A).

Tanto las bolsas para leche materna como las botellas de almacenamiento de Lansinoh son una excelente opción, ya que mantendrán intacta la calidad de tu leche y, además, pueden congelarse y etiquetarse.

  • La leche materna recién extraída no debe ser guardada en la nevera, pues romperías la cadena del frío, ya que ésta sale calentita. Una vez transcurridas de 3 a 5 horas, sí que debe ser refrigerada.
  • Etiqueta con la fecha y la cantidad extraída los envases de leche antes de congelarlos. Los envases de Lansinoh incorporan un sistema para ello.
  • Almacena la leche en pequeñas cantidades que sean suficientes para cada toma individual. Recomendamos hacerlo en dosis de 60 ml., puesto que, conforme el bebé vaya creciendo, necesitará 120 ml., 180 ml… Por ello, ¡60 ml. es la cantidad perfecta!
  • No conserves la leche materna en la puerta del frigorífico, puesto que, en ella, la temperatura es menos consistente.
  • Congela la leche que se no se vaya a consumir antes de tres días.
  • Comprueba que tus recipientes sean aptos para congelador, puesto que algunos biberones de cristal pueden romperse. No llenes los recipientes a más de tres cuartos de su capacidad, ya que la leche materna se expande cuando se congela y puede terminar rompiéndolos.

 

Cómo descongelar leche materna extraída

Del mismo modo que para conservar la leche y poder congelarla de forma segura seguimos un proceso estricto, para descongelarla deberemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones para que esta conserve todas sus propiedades intactas.

  • Descongela siempre la leche extraída más antigua.
  • La leche materna se puede descongelar en el frigorífico en unas 12 horas. También puedes poner el recipiente contenedor de la leche bajo el grifo o en un bol con agua templada, a un máximo de 37º.
  • Nunca descongeles la leche materna a temperatura ambiente. Por supuesto, tampoco puedes descongelarla ni calentarla en el microondas ni en agua hirviendo, puesto que podría dañar sus cualidades nutritivas y protectoras.
  • Nunca vuelvas a congelar la leche materna después de descongelarla.

 

Cómo calentar leche materna extraída

Una vez descongelada, es momento de calentarla y dejarla lista para la toma. Se trata del último paso del proceso que nos permitirá dejar la leche en un estado muy parecido al que tenía en el momento de extraerla.

  • Para calentar la leche, coloca el recipiente que contenga la leche materna extraída en un vaso, jarra o bol con agua tibia durante unos minutos hasta que se atempere. También puedes utilizar un calienta biberones, siempre fijándote en no superar los 40ºC, pero nunca un microondas.
  • No calientes la leche materna directamente en el fuego ni al baño maría (introduciendo la leche fría o congelada en un recipiente con agua fría y calentándolo todo en el fuego).
  • Remueve suavemente la leche antes de alimentar a tu bebé, puesto que ésta suele separarse en capas. Si agitas el biberón con fuerza, puedes eliminar algunas propiedades de la leche.
  • Puedes mezclar leche extraída en distintas fechas para una misma toma, pero no añadas leche que esté a temperatura ambiente a leche que ya esté fría o congelada.

 

¿Durante cuánto tiempo puedes conservar la leche materna extraída?

Como hemos explicado, puedes mantener la leche materna recién extraída a temperatura ambiente o almacenarla en el frigorífico o congelador, siempre cumpliendo con los tiempos y temperaturas en cada uno de los casos.

Leche materna o fórmula: ¿Cuál es mejor?

La leche materna es más nutritiva que la leche de fórmula. Así lo demuestran sus beneficios, recogidos en el siguiente artículo de nuestro blog: Lactancia materna: ¿sí o no? Del mismo modo, la leche recién extraída del pecho es mejor para el niño que la que hemos guardado en la nevera y, por consiguiente, la de la nevera es mejor que la congelada.

La leche materna recién extraída ofrece mejores propiedades que la que se ha sometido al paso del tiempo. En la medida que puedas, trata de que no transcurra mucho tiempo entre la extracción y la toma del bebé, puesto que, de este modo, la leche habrá mantenido mejor sus propiedades antibacterianas, sus niveles de antioxidantes, vitaminas y grasa. De todos modos, aunque pase tiempo hasta su consumo, la leche materna congelada siempre será mejor opción que la de fórmula.

 

Mi leche materna tiene un olor raro, ¿a qué se debe?

Seguramente notes en algún momento que la leche que te hayas extraído y almacenado siguiendo las pautas huele de forma extraña. No debes preocuparte, es normal. Esto se debe a una enzima que se encuentra en la leche, llamada lipasa, cuya acción descompone las grasas y libera los ácidos grasos.

El olor no se puede eliminar, pero no tienes por qué desechar la leche, ya que no es perjudicial para el bebé. Si respetas las recomendaciones, temperaturas y tiempos de conservación que hemos explicado en este post, puedes dársela a tu bebé, aunque quizás la rechace debido a su sabor rancio.

La extracción de leche materna es una excelente forma de compaginar las actividades cotidianas de tu día a día con la lactancia.

En Lansinoh, te acompañamos en este proceso, velando siempre por tu bienestar y el de tu bebé. Te animamos a que sigas alimentando a tu hijo con tu leche aunque no estés en casa y a que compartas esta tarea con tu pareja. De esta forma, tendrás más tiempo para ti, tu trabajo y tu descanso.

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